
El origen de las notas musicales (y lo que me recuerda cada vez que suena una caja de música)
Siempre me ha llamado la atención saber de dónde vienen las cosas. Por ejemplo, algo tan cotidiano como el nombre de las notas musicales: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. ¿Por qué se llaman así? ¿Quién decidió esos nombres?
Parece que fue Guido de Arezzo, un monje del siglo XI, quien propuso usar las primeras sílabas de un himno a San Juan Bautista para enseñar a cantar con precisión. Las notas originales eran estas:
Ut queant laxis
Resonare fibris
Mira gestorum
Famuli tuorum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Iohannes
De cada línea tomó una sílaba: Ut, Re, Mi, Fa, Sol, La. La nota Si se añadió más tarde, en el siglo XV, y el cambio de Ut por Do se atribuye a Giovanni Battista Doni.
Lo curioso es que, más de mil años después, esas mismas notas siguen vivas. 7 notas que con sus alteraciones suman 12. Y con la combinación de 12 elementos es como se crea toda la música (al menos la occidental). La misma música que queda plasmada en las cajas de música, que son un pequeño homenaje a cada canción. Y cuando digo pequeño es literal ya que las manivelas que uso para personalizar canciones cuentan con un número limitado de notas que combinadas entre sí crean la canción.
Detrás de la música hay siglos de historia, tantos como tiene la historia del ser humano. Y parte de esa historia refleja las formas que buscaron algunas personas para hacer la música accesible, para enseñarla, y para recordarla.
Las cajas de música son otra forma de comunicar con música.
Si estás interesado en alguna canción concreta ve al buscador de arriba (la lupa) y comprueba si la he hecho ya. Si no la tengo puedes encargarla en este enlace.